El juez evaluador

lunes, 1 de diciembre de 2014 - Publicadas por Alekmacho  a la/s 8:24 a.m.

A la hora de corregir a los alumnos en determinada situación pedagógica, es posible que cualquiera de nosotros consideremos justas las correcciones que realizamos cómo profesores, sin embargo la realidad es que se pierde un poco de objetividad ante ciertas situaciones sin percatarnos de ello.
El reto consiste en ajustar tus términos a la situación, no es lo mismo realizar correcciones en un grupo de 50 alumnos cuando el tiempo es reducido y por ende las correcciones pueden ser más superficiales que en un grupo de 20. Por otro lado, la relación que se tenga con el grupo o inclusive con el alumno puede influir en nuestras correcciones sin darnos cuenta.
Uno como profesor tiene que equilibrar mucho para no ser demasiado estricto ni demasiado benevolente; en el primer caso se puede perjudicar al alumno, pero por otra parte si eres demasiado dadivoso puedes perjudicar a otros, por ello hemos de procurar ser justo con nuestras evaluaciones.
Los criterios que hemos de utilizar para corregir a nuestros alumnos deberán estar bien definidos previamente tanto para el profesor cómo para el alumno. Además de esto es importante tener claro lo que queremos desarrollar e nuestros estudiantes, y si aquello que estamos corrigiendo se encamina a nuestras pretensiones educativas o no. Ya no es más secreto que nuestros alumnos sepan lo que se les evalúa, que conozcan sus condiciones dentro de un proceso evaluador bien fundamentado, articulado de manera coherente en el proceso de enseñanza. Así la corrección será más objetiva de acuerdo a lo previsto, así sea una materia, un examen, una prueba estandarizada etc.
Los criterios pueden ser definidos por una rúbrica. Pueden ser usados por el/la docente para la evaluación de los alumnos y, aplicadas a un trabajo o tarea, las rúbricas pueden ser construidas en colaboración con los propios estudiantes, siendo una herramienta valiosa para hacer una evaluación integral y auténtica.