Cuando se lleva a cabo la
elaboración de un test, una primera tarea importante es la construcción de los
ítems que lo conforman. Si no solemos estar familiarizados u adentrados a
este tema, lo más común es que a simple vista nos parezca un procedimiento sin
mayor complicación. Lo cierto es que en la actualidad disponemos de trabajos y
programas de investigación centrados en la construcción rigurosa de los ítems,
lo que evidencia un proceso complejo que requiere de análisis y reflexión por
parte del constructor.
Cómo sabemos existen
distintos tipos ítem y su estilo varía en razón de la funcionalidad pretendida.
Ahora precisamente estoy elaborando reactivos para un proyecto de prueba que evalúa
competencias en los estudiantes al iniciar su educación superior.
En lo personal suelo
utilizar preguntas de respuesta múltiple, en el que se redacte un enunciado o
pregunta base y se le brinde al sustentante opciones de respuesta entre las que
se encuentran distractores.
No es un proceso fácil,
puesto que hay que cuidar toda la información contenida en él. Debe ser clara y
entendible, además en las respuestas hay que cuidar toda una serie de aspectos cruciales
que inciden en que el ítem sea útil o no, por ejemplo:
·
Que no sean parcialmente incorrectos
·
Libres de estímulos confusos
·
Contextualizados
·
Redacción en afirmativo
·
Que sean congruentes gramaticalmente y de
contenido con la base del reactivo
·
Que no se de pistas en las opciones de
respuestas
·
Que tengan la misma longitud
·
étcetera.
Aun cuando la construcción de ítems es un proceso elaborado,
creo que hay a tipos de ítems más complejos que otros, por ejemplo los ítems de
respuesta elaborada, en donde el estudiante tiene que construir una respuesta
esperada de acuerdo a cierta información que se le da.
Lo complejo es
elaborar tabla de respuesta en donde podamos dar una pauta de las posibles respuestas
del estudiante y su valor agregado. Aunque su elaboración es un poco más liada,
es muy rica la información que se obtiene de éste tipo de reactivo, ya que
permite evaluar más a profundidad cierta competencia de acuerdo a la respuesta
del estudiante. De esta manera es importante afirmar que, no importa el tipo de
ítem que utilices en tu estudio o prueba, lo importante es no perder de vista
lo que estamos evaluando, y si nuestro ítem es congruente, hilarante y
relacionado a nuestras pretensiones educativas.
Nuestros ítems deben facilitar respuestas relacionadas
con el fenómeno medido, aunque dicha relación no tiene porqué ser necesariamente
manifiesta.